Esto es completamente falso. Una caries puede dañar el esmalte, incluso la dentina, un tejido más interno del diente, sin que la persona sienta ningún dolor. Si la infección llega al nervio, se convierte en un problema dental más grave, y ya sí, muy doloroso. La mejor forma de prevenir las caries son las revisiones, al menos semestrales, con tu dentista de Parla. ¡Te evitarás muchos problemas dentales!
Esto tampoco es cierto, es más, puede llegar a generar un grave problema, ya que la falta de una higiene adecuada puede producir caries debajo de las fundas, y este tipo de caries son muy difíciles de detectar. Las fundas cubren los dientes, pero hay que mantener buenos hábitos de higiene y tienen que ser revisadas periódicamente en profundidad, por un profesional, para asegurar que no existe ninguna afección bucal.
Esta es una falsa creencia que puede originar graves problemas en la dentición definitiva de los más pequeños, si la caries ha penetrado en profundidad. Las caries se deben tratar siempre lo antes posible, ya sean en los dientes de leche de los niños, o en los dientes definitivos de niños y adultos.
Otro mito bastante extendido, fruto de una mala interpretación de la realidad. Es cierto que las alteraciones hormonales del embarazo provocan cambios en las encías, y con ello crece la posibilidad de que aumenten los depósitos de las bacterias, lo que supone un mayor riesgo de padecer enfermedades dentales como la caries o la gingivitis; pero eso no significa que se vayan a perder piezas. Lo realmente importante es que las mujeres embarazadas deben acudir con más regularidad al dentista y extremar su higiene bucal.
Obviamente falso, una limpieza dental profesional elimina la placa y el sarro que se acaban acumulando en los dientes, y que son difíciles de eliminar con la higiene bucal diaria. Una limpieza realizada por un especialista, como nuestro dentista de Parla, nunca dañará una pieza dental. Se recomienda al menos una limpieza profesional al año para evitar complicaciones como las caries, la gingivitis o la periodontitis, entre otras.
Esta es una creencia bastante extendida y, sin embargo, errónea. Cualquier cepillo dental puede limpiar de forma adecuada, es cuestión de utilizarlo bien. No obstante, un cepillo de celdas muy duras puede dañar las encías, por lo que es recomendable utilizar cepillos dentales con celdas no excesivamente rígidas.
¡Error! Si bien antiguamente se utilizaba como blanqueante, el bicarbonato es muy abrasivo y lo que realmente ocasiona son daños en el esmalte. Un blanqueamiento dental debe realizarlo un profesional, eligiendo el tratamiento más adecuado para cada paciente.
¡Otro error! La aspirina es un ácido, y puede tener graves consecuencias aplicarla directamente sobre una muela. Sin duda, la aspirina es útil para muchas cosas, pero esta no es una de ellas…
Solo un odontólogo puede determinar si se deben extraer o no las muelas del juicio, valorando cada caso en particular. Las muelas del juicio se extraen cuando por su posición provocan infecciones o problemas para el resto de los dientes. De no ser así, no hay necesidad de extraerlas.
Depende de múltiples factores, una deficiente higiene dental, la inevitable acumulación de placa bacteriana con el tiempo, los años que tenga el implante, la edad del paciente, la propia fisiología del paciente… Puede llegar un momento en el que sea necesario renovar los implantes. No obstante, con un buen mantenimiento, sí pueden durar mucho tiempo.
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