Cuidar nuestra salud bucal es primordial para poder mantener una boca estéticamente atractiva y completamente sana, evitando así enfermedades periodontales que pueden llegar a ser muy graves. La higiene diaria es la mejor manera de conservar una boca sana, así como acudir regularmente a revisión para asegurar que no hay anomalías que pueden ser difíciles de detectar.
Hemos consultado a los dentistas de nuestra clínica de Parla y nos han dado una serie de consejos para mantener una buena salud bucodental, partiendo de la certera premisa de que ¡siempre es mejor prevenir que curar!
No cabe duda de que la limpieza bucal diaria es muy importante para nuestra salud, ya que previene la acumulación de la placa bacteriana que provoca la formación de sarro, daña el esmalte y genera las caries. Una buena higiene bucal, además, evita el desarrollo de enfermedades periodontales más graves.
Lo ideal es lavarse los dientes después de cada comida (desayuno, comida y cena), mejor unos 20-30 minutos tras finalizar la ingestión de alimentos y bebidas para dar margen a que se reduzca el grado de acidez en la saliva que puede provocar la propia alimentación. Procura coger el hábito de lavarte la boca dos veces al día como mínimo.
La forma correcta de cepillarse los dientes es hacerlo lentamente, con movimientos cortos, suaves y elípticos, procurando pasar por cada diente y prestando especial atención a las zonas que rodean las coronas de los dientes y los empastes. Es importante, además, no ejercer excesiva fuerza, ya que un cepillado muy agresivo puede llegar a erosionar el esmalte y dañar las encías.
Un cepillo eléctrico limpia mejor la cavidad bucal que un cepillo convencional, dado que sus movimientos facilitan la adecuada limpieza de los dientes y con mayor profundidad. Algunos modelos te avisan cuando llevas dos minutos de cepillado, el periodo ideal, e incluso también te alertan si cepillas tus dientes con excesiva fuerza.
Tanto si usas un cepillo eléctrico como si usas uno convencional, es necesario renovarlo cada 3 meses (el cepillo en sí únicamente en le caso de los eléctricos), ya que además de que las cerdas se desgastan, estas acaban acumulando las bacterias que acaban pueden provocar numerosas enfermedades bucodetales.
El hilo dental ayuda a extraer los restos de comida que se acumulan entre los dientes y que en muchas ocasiones no se eliminan del todo con el cepillado habitual. Ello previene la formación de caries interdentales y elimina de una manera más eficaz la acumulación de placa bacteriana que se acumula en tales espacios interdentales, de difícil acceso.
A menudo nos olvidamos de limpiar este órgano fundamental de la cavidad bucal, se debe limpiar la lengua con un movimiento desde atrás hacia delante con el fin de arrastrar restos de alimentos, células descamadas, mucosidades… y por supuesto bacterias.
Es recomendable utilizar una pasta dentífrica con flúor, mineral que protege el esmalte y previene la aparición de caries. También es recomendable utilizar una pasta de dientes específica para la sensibilidad dental si se padece de ello.
Los colutorios o enjuagues bucales son un complemento importante para mantener sana tu boca, ya que reducen la placa y ayudan a prevenir infecciones y otras patologías bucodentales. Pero en ningún caso sustituyen a un buen cepillado de dientes.
Los chicles sin azúcar pueden ayudarte a mantener tu boca sana, en especial los que contienen xilitol, un componente con cierta acción bactericida. Al estimular la secreción de saliva, los chicles facilitan la eliminación de las bacterias, particularmente después de las comidas.
Una limpieza profunda, realizada por un dentista profesional, al menos una vez al año, eliminará el sarro acumulado y las manchas dentales que pueden provocar el té, el café, el tabaco… También es fundamental, una vez más, para prevenir la aparición de enfermedades periodontales.
Al menos dos veces al año es necesario que un odontólogo evalúe de una manera profesional el estado de salud de tu boca.
Puedes ampliar información sobre consejos para una boca sana en nuestro post: «Hábitos cotidianos que dañan nuestros dientes«.