No existen reglas fijas. Lo importante es adaptarse a sus necesidades y recuerda que has de estar alegre, relajado y receptivo. Cualquier tipo de caricia es beneficioso para tu bebé siempre y cuando se haga con cariño, paciencia y atención. Es importante utilizar un aceite específico para bebés. Al principio dar el masaje durante 10 minutos a un bebé es suficiente, posteriormente puedes ir aumentando el tiempo siempre que observes que el bebé está disfrutando.
Éstas son las técnicas que pueden ayudarte:
1.- Da suavemente y muy despacio el masaje en la cabecita del bebé.
2.- Acaricia con ambas manos, desde el centro del pecho hacia los lados, siguiendo la curva de la caja torácica.
3.- Empieza el masaje desde el ombligo, en el sentido de las agujas del reloj, en círculos cada vez más anchos. No se debe dar en esta zona hasta la completa caída del cordón umbilical.
4.- Boca abajo, acaricia la espalda del bebé desde la nuca hacia abajo, incluido el culito. Después, con la punta de tus dedos, da el masaje sobre los músculos de cada lado de la columna vertebral en el mismo sentido descendente.
5.- Boca arriba, acaricia sus brazos desde los hombros hacia las puntas de los dedos. Envuelve en tu mano el brazo izquierdo del bebé y da una serie de suaves apretones desde la parte superior de su brazo hasta sus muñecas. Haz lo mismo con su brazo derecho.
6.- Dibuja unos círculos alrededor de su muñeca. Después pasa a acariciarle su palma de la mano con tus pulgares y haz rotar suavemente cada dedo.
7.- Da el masaje en su pierna con la parte interna de tus manos desde la cadera hasta los pies.
8.- Desliza tus pulgares por la planta de su pie, desde el talón hasta los dedos.