Quiropodia, el cuidado que necesitan tus pies

El término “Quiropodia” aún es desconocido para muchos, sin embargo, es un tratamiento de podología esencial para mantener saludables nuestros pies ¡Consúltanos!

A grandes rasgos, la Quiropodia es un tratamiento de podología que consiste en la eliminación de durezas y callosidades, así como en el tratamiento de las alteraciones en las uñas de los pies. El objetivo primordial es evitar que estas leves lesiones vayan a más y se conviertan en patologías más graves. Además, nuestro podólogo de Parla realizará una revisión en profundidad de los pies, con el fin de detectar otras posibles afecciones, como papilomas o una infección por hongos en los dedos y/o planta de los pies (pie de atleta o tiña podal) o en las uñas (onocomicosis).

¿En qué consiste la Quiropodia?

La quiropodia consiste en la exploración, diagnóstico y tratamiento de las patologías dérmicas y cutáneas de los pies, para lo que nuestro podólogo de Parla suele practicar las siguientes intervenciones:

Corte y fresado (limado) de uñas terapéutico:  tratamiento de las distintas afecciones o traumas en las uñas.

Deslaminación de hiperqueratosis: es decir, eliminación de durezas del pie en general.

Tratamiento de uñas encarnadas (Onicocriptosis): tiene lugar cuando un borde de la uña penetra la piel del dedo, en este caso, se realiza el corte de la uña encarnada reduciendo las molestias, y evitando su inflamación y posibles infecciones.

Tratamiento de callosidades y helomas: tratamiento de callos, durezas producidas por malas posturas al caminar, por padecer desviaciones óseas en los pies, o por utilizar un calzado inadecuado, el podólogo determinará la causa del problema y el mejor tratamiento para erradicarlo.

Fresado de talones: limpieza de las durezas en torno a los talones de los pies.

Hidratación y masaje relajante: hidratación profunda para mejorar la piel de los pies.

¿Cuándo hay que acudir al podólogo para realizarse una Quiropodia?

Hay que acudir al podólogo siempre que se detecte alguna anomalía en los pies, los síntomas de las afecciones que se tratan en la quiropodia son muy visibles, la piel se vuelve más seca, más gruesa, las durezas toman un color amarillento al queratinizarse las células de la epidermis del pie, las uñas se deforman, se agrietan, se hincan en el dedo, cambian de color…

Todos estamos predispuestos a sufrir este tipo de lesiones dado que mayoritariamente se producen por la propia fricción del calzado con los pies o por algún tipo de traumatismo, se agravan si el calzado no es adecuado, y también si se padecen otros problemas como alteraciones en la pisada o enfermedades congénitas relacionadas con deformidades en los pies, como los dedos martillo, por ejemplo.

El paso de los años también es un factor que influye en el desarrollo de estas dolencias, que se suelen producir más en la edad adulta, si bien el hecho de realizar determinados deportes, especialmente los de alto impacto como correr o jugar al tenis, pueden provocar su aparición en personas más jóvenes.

Lo ideal es acudir al podólogo para hacerse una quiropodia al menos una vez al año, de esta forma, además, nuestro Podólogo de Parla realizará una revisión completa de los pies y podrá detectar cualquier anomalía menos visible. Y lo más importante: no es solo una cuestión de tratar lesiones, sino de corregir las causas que las producen.

A partir de ese momento también el especialista determinará con qué frecuencia conviene realizarse una quiropodia, en base a los requerimientos de las lesiones de cada paciente habrá quienes tengan que realizarse este tratamiento cada tres meses, cada seis meses… o será suficiente con una vez al año.

¿Cuál es la mejor época del año para hacerse una Quiropodia?

No hay un momento determinado del año más idóneo para realizarse una quiropodia, pero sí es cierto que con la cercanía del periodo estival se detecta una mayor afluencia de pacientes, ya que es la época en la que más se muestran los pies. También a modo de prevención especialmente en lo referente a las durezas, para que con la sequedad del verano y la exposición más directa de los pies estas no se agraven.

La revisión periódica de nuestros pies es la mejor prevención para detectar posibles dolencias o patologías. Nuestros pies son nuestro medio de transporte, y por ello hay que revisarlos y cuidarlos como merecen. Puedes ampliar información acerca de las múltiples afecciones que trata la podología en nuestro artículo: «¿Cuándo debo acudir al Podólogo?«, y si necesitas ampliar información, ¡no dudes en consultarnos! Podemos ayudarte a lucir unos pies bonitos y, sobre todo, sanos.