Vamos con cinco sencillas pautas para que los dientes se mantengan sanos y fuertes.
1. Hay que cepillarse los dientes cada día al levantarse, después de cada comida y antes de ir a dormir. Recordad que el cepillado de antes de irse a la cama es muy importante, ya que las bacterias actúan en la boca durante toda la noche al no producirse salivación.
2. En la medida de lo posible, evitaremos el exceso de azúcar, ya que no sólo es perjudicial para la obesidad o la diabetes, además un volumen muy elevado de azúcar hace daño y erosiona el esmalte, favorece la aparición de caries y otros problemas bucodentales. Por ello, cuando consumamos algún producto como chucherías, caramelos, tartas o bollerías industriales o algún zumo o bebida azucarada conviene un cuidado extra a tu boca ese día en forma de colutorio y lavarnos los dientes lo antes posible.
3. Hemos de visitar de manera regular al odontólogo. Estas revisiones deben ser cada seis meses para que sean realmente efectivas, ya que controlaremos las posiciones de los dientes, las posibles y temidas caries o el estado de empastes o selladores.
4. El cepillado de los dientes ha de hacerse de manera suave y no bruscamente, a fin de evitar daños en encías que puedan ocasionar sangrado, enrojecimiento, hinchazón u otras molestias. Además un movimiento circular con el cepillo es muy de agradecer.
5. Beber mucha agua y mantener el cuerpo hidratado es fundamental para que la boca no se nos quede seca y que las propiedades lubricantes de la boca no se pierdan.